Cadafalcum
La decepción
tiene ese particular sabor
de nudo en la garganta
vacío negro en el estómago
que seguramente
experimenta
el condenado a muerte.
Antes de subir al cadalso
se siente
el nudo mal colocado
el hacha con poco filo
los escalones rotos
el verdugo dudoso
El frío vidrio
corta la carne
anegando con sangre
las heridas abiertas.
Las cicatrices no sanan
con labios de mentira.
Este fracaso
se desdibuja
se confunde.
Porque al condenarme
desnuda
torturada
desmentida
y loca.
No gritaré
No maldeciré.
No levantaré la cabeza
tampoco la mirada.
En silencio
mi lengua
tocara las perladas gotas
del nudo mal colocado
el hacha con poco filo
los escalones rotos
y el verdugo dudoso
de tu traición.
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