ETCÉTERA

        La decepción  tiene ese particular sabor de nudo en la garganta vacío negro en el estómago que seguramente experimenta el condenado a muerte. Antes de subir al cadalso se siente el nudo mal colocado el hacha con poco filo los escalones rotos el verdugo dudoso El frío vidrio corta la carne anegando con sangre las heridas abiertas. Las cicatrices no sanan con labios de mentira. Este fracaso  se desdibuja se confunde.   Porque al condenarme desnuda torturada desmentida y loca.   No gritaré No maldeciré. No levantaré la cabeza tampoco la mirada.   En silencio mi lengua tocara las perladas gotas del nudo mal colocado el hacha con poco filo los escalones rotos y el verdugo dudoso de tu traición.

  Me estoy guareciendo en tu amor como quién se esconde en una tibia manta  a la hora del monstruo. El miedo escondido debajo de la cama es desplazado  por la incertidumbre ¿este  será mi último descalabro? Me oculto  cuando la sombra de un pésimo día  me muerde los talones. El miedo y la calma son arrullados por la misma causa : el vaivén de los besos. El miedo de la memoria me hace olvidar porque te fuiste porque me quede. La luz se ha ido y tiemblo. Los relámpagos los truenos los esperpentos se arropan en este miedo temblor oscuro brillante que tú con tu simple mano disipas. El beso del desasosiego llegaba por la noche atravesando mi ventana extinguiendo mi luz. Todo cambia hasta haberse convertido en el nuevo tenue terror : Quédate. Te necesito

         Los ojos de los suicidas tienen esa sombra lúcida en los párpados de la muerte Aquella que no los toma pero tampoco los deja Los ojos de los suicidas tienen un brillo pálido de estrella recién caída y piel recién cortada Cargan demasiados desvelos con pastillas  fardos de vida ojeras que visten según el día y la ocasión  de la semana Las fuerzas se les gastan aunque no salgan de cama La profundidad de su voz parte  las esquinas  de sus casas Los suicidas son como la sensación fresca de atrapar agua con los dedos el césped recién arrancado Silenciosos Sonrientes Sobreviven Sobreviven Sobreviven Hasta que el sonido de un golpe seco los alcanza Pequeñas puertas  sin ventanas  son sus ojos Los que contemplamos la tristeza desde fuera desde un gran vidrio vemos  siempre una lluvia  pertinaz y fina ajena que no nos toca ni nos moja   Son un poema irreconocible Nosotros  los que quedamos abrazaremos  esos ...

 Preguntas a un amigo Te pregunto desde muy lejos (para sentirte más cerca) ¿Cómo es la vida? (la producción y el consumo cotidiano) el río con trozos de hielo la nieve que viste por vez primera la soledad del subte el sentirte extraño el decir todo en otra lengua ¿Cómo es ese lugar? los caminos nuevos los amigos con sus aventuras Como es el museo al que no fuimos (pero podremos ir) como truenan las hojas del primer parque que descubriste a que sabe el aire y a que suena esa rara ciudad Resume que es estar tan lejos mientras te espero y tiemblo un poco porque toda espera debería tener una clara esperanza y sobre todo  recompensa

    Recordé al despertar  que perdí en manual de uso ¿como dejas de ser amigo? ¿ cómo dejas de amar a la persona que duerme a tu lado? ¿cómo olvidas las voces? ¿abandonarse del abrazo y del beso?  Caminar en círculos  examen del silencio cuestionamiento de las palabras vacías  Creo que extravié el manual de uso de la vida de MI vida  ¿cómo dejas a la gente que ha desparecido? ¿cómo bien lloras en un entierro? ¿cómo te deshaces de los fardos viejos? Islas a la deriva   En el manual de uso no dice: como sacar la estaca lo suficientemente rápido para extraer solo la sangre necesaria de preferencia ya coagulada   También extravíe en mis pasos  las instrucciones precisas las adecuadas para dejar de estar a tu lado desaparecer en silencio y con cuidado Enterrar la memoria revestirla con el color del olvido ... todo lo que sé de esa apresurada lectura: manéjese con cuidado

 En la historia y en la literatura existe y existirá una sola Penélope Es un gran papel  para una sola   La verdad no creo que existan los metros necesarios de estambre para tejer el sudario interminable  (además, de que yo no sé tejer) Además de que esos tiempos  han pasado y nadie espera nada de nadie   Las palabras al igual que los besos se laceran y desgastan    ¿Qué fuerza tiene entonces una promesa?   Los pretendientes acabaran con todo incluso conmigo con mi paciencia con mi breve corazón   Cuando te enamores procura la brevedad el vacío y el silencio   No esperes un año ni diez ni veinte  quizá sea mejor esperar largos minutos Cuando te enamores procura racionar la felicidad procura ahorcar la paciencia y la esperanza con el sudario interminable de la espera   A su regreso Penélope niega tu rostro desconoce su abrazo olvida sus manos sepulta sus besos Tatúa su ausencia arrópate con ella. Procura no esperar porque l...