Un poema sin la palabra masturbarse

Cada vez por las noches y por las mañanas el cuarto de una mujer es habitado por colibríes ¿qué si no? Esas criaturas veloces como el palpitar del corazón y la misma sangre No parece ser importante que el cuarto de la mujer sea una mujer soñada o una mujer que apenas nace o una mujer que apenas muere Los colibríes están allí para lamer su tierno deseo sus labios lánguidos sus piernas abiertas Los colibríes entran por la ventana para recordar al hombre que se tuvo y al que se ha olvidado y al que quizá la ha abandonado -Nada es por siempre- cariño Los colibríes entran veloces sustituyendo a un hombre que no supo libar como los colibríes Por ello están allí todo zumbido todo aleteo y color Entonces a uno le dan ganas de agradecer por todo lo que esta vivo comenzando desde el útero hasta la punta de los pies Los colibríes baten sus alas lo más rápido la velocidad de la luz es nada Todas las mujeres se recuest...