Dampick : Lavarse las manos

Danpick era una niña pequeña que en algún rincón de su mente siempre supo que el deseo resplandeciente de ordenarlo todo, categorizarlo todo y limpiarlo todo siempre o casi siempre la albergaría. Nunca soportó la idea de ensuciarse de alguna sustancia pegajosa o muy sucia, demasiado poco higiénica , así que siempre se cambio de ropa tres veces al día para comenzar el desfile del rito. Sus juegos consistían en ordenar sus objetos preferidos por colores, tamaños e importancia de uso. Dampick tiende a preocuparse más por las bacterias y gérmenes que por los accidentes reales, esos de personas que meten la mano a la licuadora encendida o personas que se arrojan a las vías del metro por cuenta propia. Dampick sabe que esos actos son menos probables que un acaro (habitante en una sábana o almohada) entre a las vías respiratorias o que el temible hongo aspergilius decida crecer y propagarse en sus pulmones. Dampick está consciente de lo pringoso que puede ser el mundo. ...